¿Sabías que Arnold Schwarzenegger vivió una anécdota surrealista en pleno rodaje de 'Junior'? Te cuento el detrás de cámaras más loco y divertido.
El cine familiar de los 90: músculos, humor y mucha competencia
Si creciste en los 90 —como yo— seguro recuerdas aquel extraño momento en que los tipos más duros del cine de acción dejaron las explosiones para ponerse en modo papá cool o policía despistado. Mientras Stallone probaba suerte con títulos como “¡Alto! o mi madre dispara”, Arnold Schwarzenegger se reinventó con comedias como "Un detective en el kinder", "La carrera del juguete" y, por supuesto, la irrepetible "Junior" (1994). Fue una batalla silenciosa (pero sabrosa) por conquistar al público familiar.
La comedia era entonces terreno de experimentación y autoparodia: ver a Schwarzenegger embarazado bajo la dirección de Ivan Reitman era tan improbable como hilarante. Pero detrás de cámaras sucedían cosas aún más insólitas…
La broma (muy) privada entre Danny DeVito y Schwarzenegger
En los pasillos de festivales y tertulias cinéfilas siempre se habla del buen rollo entre el reparto de “Junior”. Pero hay una anécdota casi secreta que resume el espíritu lúdico (y algo gamberro) de aquellos rodajes. Resulta que Danny DeVito —que además de actor es célebre bromista— aprovechó su afición por los puros para jugarle una pasada antológica a nuestro querido Arnold.
Según relatos recogidos tanto en entrevistas retro como en foros especializados (ver aquí), DeVito decidió rellenar un habano con un poco de cannabis antes de ofrecérselo al ex-Mr. Olympia durante un descanso. Schwarzenegger, confiando en su amigo y sin darse cuenta del truco, terminó fumando más de lo debido… El resultado: una estrella atónita y divertida ante el asombro cómplice del equipo técnico, mientras DeVito no podía contener la risa.

¿Fue esta anécdota la chispa secreta detrás del humor absurdo que destila “Junior”? Imposible saberlo, pero demuestra cómo el clima distendido favorecía momentos memorables tanto dentro como fuera de pantalla.
La relación única entre actores fuera del guion
Lo fascinante aquí no es solo la broma per se (que hoy sería imposible replicar por temas legales), sino lo que revela sobre el ambiente entre estrellas que venían del cine duro para reinventarse. Schwarzenegger había construido su imagen sobre músculos y frases lapidarias; enfrentarse al reto actoral —y físico— de interpretar a un hombre embarazado exigía confianza plena en sus compañeros.
Emma Thompson aportaba ternura e inteligencia; DeVito era ese cómplice perfecto para equilibrar la química entre lo absurdo y lo tierno. Las comidas copiosas preparadas por DeVito —otro mito real— completaban un entorno donde todo podía pasar… incluso perderse alguna línea tras el “puro mágico”.
Estas dinámicas humanas trascienden generaciones: hoy vemos cómo Dwayne Johnson o John Cena siguen jugando con sus propias imágenes públicas gracias al legado humorístico inaugurado por estos titanes noventeros (más ejemplos aquí).
La cultura pop actual le debe mucho a estas locuras noventeras
Hoy nos reímos con series meta como “Brooklyn Nine-Nine” o películas que parodian sin piedad los géneros clásicos, pero pocas veces recordamos cuánto deben al desenfado pionero de pelis como “Junior”. Aquel giro radical —el héroe viril haciendo reír desde la vulnerabilidad absoluta— abrió camino a nuevos arquetipos masculinos mucho menos rígidos.

¿Quién imaginaría hoy a Jason Momoa embarazado? No sería tan raro gracias al precedente surrealista dejado por Schwarzenegger & co. Además, este tipo de historias normalizó conversaciones sobre roles familiares alternativos cuando pocos se atrevían a hacerlo.
Y sí: también sembraron leyendas urbanas deliciosas sobre fiestas backstage, habanos trucados y risas interminables…
¿Qué aprendemos (realmente) del caso Schwarzenegger?
Más allá del cotilleo divertido, hay algo inspirador en esta historia: ni las superestrellas están exentas de caerse —literal o metafóricamente— cuando salen de su zona de confort. Es ahí donde surge la magia creativa verdadera.
En tiempos donde todo parece demasiado calculado para redes sociales y trending topics, recordar la espontaneidad gamberra (aunque políticamente incorrecta) nos conecta con una época dorada del entretenimiento.
Así que cuando vuelvas a ver "Junior" estas navidades, fíjate bien en esas escenas donde Arnold parece especialmente despistado… Puede que estés presenciando el efecto secundario más divertido jamás filmado.
Para profundizar más:
Preguntas frecuentes
¿Realmente Arnold Schwarzenegger fumó cannabis durante el rodaje?
Según diversas fuentes y declaraciones posteriores tanto suyas como de Danny DeVito, sí ocurrió esta broma durante las pausas del rodaje. Fue algo puntual y consentido dentro del buen ambiente general.
¿Esta anécdota influyó en su interpretación?
Aunque es imposible medirlo con precisión, muchos fans creen notar momentos especialmente cómicos o despistados ligados a esos días singulares. Más allá del efecto inmediato, demuestra cómo las experiencias fuera del guion pueden influir sutilmente en el resultado final.
¿Por qué tantas estrellas hicieron comedia familiar en los 90?
Fue una tendencia global motivada por cambios sociales y comerciales: las productoras buscaban atraer públicos amplios; los actores querían diversificar sus carreras saliendo del encasillamiento típico de acción o drama.
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