¿Sabías que la playa artificial Las Teresitas es ahora santuario vital del tiburón ángel? Descubre el giro sorprendente que conecta turismo, biodiversidad y bienestar.
De una visión turística a un santuario inesperado
Cuando pensamos en bienestar integral solemos imaginar hábitos cotidianos: alimentación consciente, gestión del estrés o yoga matutino entre plantas. Sin embargo, hoy quiero invitarte a mirar más allá de nuestro propio cuerpo y entorno inmediato, explorando cómo la transformación de un espacio puede afectar tanto nuestro bienestar como el de otras especies. La historia de Las Teresitas en las Islas Canarias es el ejemplo perfecto de este cruce inesperado entre turismo, cultura y biodiversidad.
El origen: arena dorada sobre volcanes oscuros
Las Teresitas nació hace 50 años como un proyecto ambicioso para atraer turistas. Imagina: playas volcánicas de arena negra convertidas en un paisaje paradisíaco gracias al traslado titánico de más de cuatro millones de sacos de arena desde el Sahara Occidental. Un cambio radical pensado solo para el disfrute humano… pero la naturaleza tenía otros planes.
En mi trabajo como asesora en bienestar he aprendido que los cambios externos suelen traer consecuencias inesperadas, y aquí esto cobra vida propia. Mientras los bañistas disfrutaban del sol y mar renovados, bajo la superficie ocurría una revolución silenciosa.
El tiburón ángel: un huésped tan sigiloso como valioso
No suelo escribir sobre fauna marina —mi mundo suele girar alrededor del autocuidado y la psicología— pero esta historia me cautivó porque habla de resiliencia y convivencia armoniosa. El tiburón ángel (Squatina squatina), con su cuerpo plano y habilidades camaleónicas, encontró en Las Teresitas un hábitat ideal. Esta playa artificial se transformó en uno de sus últimos refugios seguros.

¿Por qué es tan especial? Porque el tiburón ángel está críticamente amenazado según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. A diferencia del típico depredador temible que imaginamos por las películas —¡gracias Spielberg!— este animal prefiere pasar desapercibido bajo la arena dorada esperando pacientemente a sus presas.
La ironía es poética: una playa creada casi “de cartón” termina siendo fundamental para preservar una especie al borde del abismo.
Bienestar colectivo: lo que nos enseña Las Teresitas
Como psicóloga siempre recalco que el bienestar no es solo individual; también tiene una dimensión ecológica. Lo que ocurre en Las Teresitas me recuerda cuán ligados estamos todos —humanos y no humanos— por nuestras decisiones cotidianas y colectivas. Cuando diseñamos espacios pensando únicamente en el placer inmediato o la rentabilidad económica corremos el riesgo de perder conexiones valiosísimas con nuestro entorno.
El caso del tiburón ángel trae consigo aprendizajes clave:
- Intervenciones humanas pueden tener efectos positivos imprevistos si hay espacio para que otras formas de vida prosperen.
- El turismo responsable debe incluir conciencia ambiental, cuidando hábitats incluso cuando no eran parte del plan original.
- La empatía se extiende también a lo invisible: animales que ni siquiera vemos (porque están literalmente debajo de nuestros pies) merecen respeto y protección.
Esto me lleva a pensar en cómo podríamos adaptar estos principios a nuestra rutina diaria: elegir productos responsables, informarnos antes de viajar o simplemente practicar mindfulness al interactuar con la naturaleza local.
Curiosidades biológicas y desafíos actuales
Uno pensaría que los tiburones siempre representan peligro para los humanos. En realidad, sucede lo contrario aquí: son los bañistas quienes pisan accidentalmente a estos escurridizos habitantes marinos debido a su camuflaje perfecto. Este contacto ha causado incluso deformaciones como escoliosis en algunos ejemplares—aquí surge otra lección poderosa sobre convivencia e impacto involuntario.
El declive poblacional del tiburón ángel se extiende desde Noruega hasta el Mediterráneo, pero Las Teresitas se ha vuelto uno de sus últimos bastiones donde no está sometido a pesca intensiva debido a las características propias del litoral español (más información aquí).
Hacia un turismo regenerativo e inclusivo
Si algo nos deja esta historia es la urgencia por repensar cómo viajamos y habitamos los espacios compartidos. El concepto emergente de "turismo regenerativo" ya empieza a ganar terreno: va más allá del simple respeto ambiental e impulsa acciones que mejoran activamente los ecosistemas visitados.
Desde mi experiencia acompañando procesos personales hacia estilos de vida más conscientes veo claro cómo esta mirada puede aplicarse tanto al individuo como al colectivo:
- Informarnos sobre iniciativas locales antes de visitar cualquier destino costero.
- Participar en actividades educativas o voluntariados ambientales durante nuestras vacaciones.
- Apoyar proyectos turísticos comprometidos con la protección de especies vulnerables.
- Practicar pequeños gestos mindful cada vez que pisamos una playa —¡literalmente mirar dónde ponemos los pies!
Quizá nunca nos topemos con un tiburón ángel fuera del documental o artículo viral, pero nuestra influencia indirecta sobre su destino es real e inmediata.
Conclusión: Cuidar lo invisible también es autocuidado
Cerrar este recorrido reflexivo me invita (y te invito) a sumar otra capa al concepto habitual de bienestar integral: reconocer nuestro papel como agentes activos dentro del entramado ecológico global. A veces proteger aquello que apenas vemos —como ese esquivo escualo dorado— resulta igual o más importante que nuestras rutinas saludables diarias.
La próxima vez que visites una playa artificial (o natural), piensa en lo mucho que compartimos silenciosamente con seres cuya existencia depende también de nuestra empatía colectiva. Al final, cuidar lo invisible es otra forma profunda (y necesaria) de autocuidado auténtico.
Preguntas frecuentes
¿Por qué Las Teresitas atrae tanto al tiburón ángel?
El tipo de arena importada y las aguas relativamente tranquilas ofrecen condiciones ideales para el camuflaje natural y reproducción segura del Squatina squatina.
¿Existen riesgos reales para bañistas por estos tiburones?
No suelen atacar; más bien tienden a ser pisados accidentalmente debido a su forma plana. Es importante estar atentos al caminar por zonas poco profundas.
¿Qué otras playas españolas protegen especies vulnerables?
Lugares como Doñana o algunas calas baleares promueven prácticas activas de conservación marina gracias al trabajo conjunto entre autoridades locales y ONGs ambientales.