¿Sabías que hasta a una experta como Anne Mottet le robaron su bici en Roma? Descubre por qué este robo toca fibras profundas… ¡y cómo protegerte!
El robo de bicicletas: cuando lo personal se vuelve universal
Hay experiencias cotidianas que, aunque parecen pequeñas en comparación con los grandes desafíos de la vida, logran movernos profundamente. El reciente robo de la bicicleta de Anne Mottet —ingeniera brillante y pareja del astronauta Thomas Pesquet— en el corazón de Roma es un ejemplo perfecto.
Quizás te preguntes: ¿por qué un hecho tan común genera tanta indignación? Porque la bicicleta no solo es un medio de transporte ecológico; representa autonomía, salud y pequeños placeres diarios. Y cuando nos arrebatan eso (incluso si eres alguien con una vida tan impresionante como Anne), sentimos una mezcla de rabia e indefensión difícil de describir. Yo misma, como amante del ciclismo urbano en Buenos Aires, he sentido ese vacío tras perder mi compañera de rutas.
¿Por qué nos duele tanto el robo de una bici?
La psicología detrás del robo va mucho más allá del valor material. Las bicis son extensiones de nuestra rutina saludable y bienestar. Nos llevan al trabajo o al parque; nos regalan momentos introspectivos o charlas inolvidables con amigos. Cuando desaparecen —como le pasó a Anne Mottet en solo 30 minutos— también se esfuman parte de nuestros hábitos y libertades.
Según estudios recientes publicados en el Journal of Environmental Psychology, quienes utilizan la bicicleta regularmente desarrollan un apego emocional similar al que se tiene por otros objetos personales significativos. Es decir, ese dolorcito no es solo racional… ¡es muy humano!
El auge (y peligro) del ciclismo urbano global
En los últimos años —impulsados por la pandemia y nuevas políticas urbanas— cada vez más personas optamos por las dos ruedas. Ciudades como Bogotá, París o Ciudad de México han invertido en infraestructura ciclista; sin embargo, los robos siguen creciendo. Se calcula que solo en Europa se roban más de 2 millones de bicicletas al año (datos Eurostat 2024).
No importa si pedaleas en Palermo o Aventino: todos somos vulnerables. Y las historias virales como la de Anne visibilizan una problemática real que necesita soluciones tanto individuales como colectivas.
Estrategias prácticas para proteger tu bici (y tu paz mental)
Tras asesorar a decenas de personas sobre rutinas sostenibles y bienestar integral, aquí comparto mis tips favoritos para reducir riesgos sin caer en la paranoia:
- Invierte en buen candado: Los especialistas recomiendan los tipo U (en lo posible homologados), combinados con cable adicional para ruedas.
- Elige puntos fijos y visibles: Evita postes móviles o señales endebles —justamente el tipo que usó Anne—; busca estructuras sólidas e iluminadas.
- Personaliza tu bici: Pegatinas reflectantes o detalles únicos desmotivan el robo porque dificultan su reventa.
- Documenta todo: Guarda fotos y seriales; así facilitas la denuncia y eventual recuperación.
- Únete a comunidades locales: En muchas ciudades existen grupos online donde reportar robos y avistar bicis recuperadas (Bicibus Argentina es un gran ejemplo).
Más allá del enojo: resiliencia y autocuidado tras una pérdida inesperada
¿Y si ya te tocó vivirlo? Permítete sentir esa frustración pero evita quedarte atascado ahí. La práctica del mindfulness me ha ayudado personalmente a soltar el rencor y enfocarme en lo recuperable: mi salud física intacta, la posibilidad de volver a pedalear (con precaución extra), el apoyo de mi comunidad ciclista.
Anne Mottet eligió compartir su enojo públicamente —y musicalizó su posteo con ‘Run Boy Run’— transformando su experiencia negativa en un mensaje colectivo sobre vulnerabilidad urbana. Esa autenticidad tiene poder sanador… incluso viral.
Cultura ciclista: identidad colectiva frente a la adversidad urbana
La bici no es solo un objeto; es símbolo cultural creciente desde Ámsterdam hasta Buenos Aires. Históricamente ha sido motor de cambio social (piensa en movimientos feministas usando la bicicleta para reclamar libertad) y hoy representa sostenibilidad ante la crisis climática.
Cuando compartimos estas pequeñas grandes batallas —como hizo Anne— creamos redes solidarias donde nadie pedalea realmente solo/a. Recuperar esa sensación comunitaria puede ser tan importante como tener una nueva bici entre manos.
Cierre personal: resiliencia cotidiana sobre dos ruedas
Sigo creyendo que vale la pena apostar por el ciclismo urbano aunque existan riesgos. Cada trayecto suma salud mental y física; cada historia compartida —incluso las tristes— fortalece nuestra empatía colectiva. Mi consejo: cuida tus hábitos saludables como cuidarías a tu mejor amiga… pero si alguna vez sufres un revés, recuérdate que también puedes volver a empezar con nuevos aprendizajes bajo el brazo (¡y casco puesto!).
Preguntas frecuentes sobre robos de bicicletas y seguridad urbana
¿Cuál es el mejor tipo de candado para evitar robos?
Los candados tipo U certificados ofrecen mayor protección contra herramientas comunes usadas por ladrones. Combinarlos con cables para ruedas aumenta la seguridad.
¿Dónde denunciar si me roban la bici?
Hazlo inmediatamente ante la policía local aportando fotos y número de serie. Muchos municipios cuentan además con registros digitales para facilitar recuperaciones.
¿Cómo superar emocionalmente el robo?
Es normal sentir enojo o tristeza. Hablarlo con otros ciclistas ayuda mucho; practicar mindfulness puede ayudarte a procesar emociones sin quedarte estancado/a.
