¿Por qué el triunfo de Loïs Boisson en Roland-Garros arrancó ante gradas vacías? Descubre cómo la cultura deportiva y los hábitos influyen en estos momentos clave.
El triunfo invisible: Cuando las gradas cuentan otra historia
El 2 de junio de 2025 fue uno de esos días que el deporte nos regala con sorpresas dignas de película. Loïs Boisson, francesa y en ese momento número 361 del mundo, venció a Jessica Pegula—número 3 mundial—para alcanzar los cuartos de final en Roland-Garros. Un hito histórico… presenciado casi en soledad.
Como entrenador y apasionado del deporte desde niño, me quedé pegado a la pantalla no solo por el despliegue físico y mental de Loïs, sino también por lo que se veía (o mejor dicho, no se veía) alrededor: gradas vacías en el mítico Philippe-Chatrier. No era un partido cualquiera. Era la última representante local peleando contra una gigante del tenis mundial… ¿y casi nadie para verla?
Esta imagen me hace reflexionar sobre algo que va mucho más allá del resultado deportivo. Hay una cultura detrás, unos hábitos sociales y hasta una cierta desconexión entre deportistas y aficionados que puede condicionar el ambiente incluso en eventos icónicos como Roland-Garros.
La hora sagrada: Comida vs. competición
En España sabemos bien lo que significa "la hora de comer": es casi sagrada. Pero ver esto reflejado tan intensamente en Francia, justo cuando su última esperanza estaba dando la sorpresa del torneo, me lleva a preguntarme: ¿qué papel juega nuestra cultura cotidiana en el apoyo real al deporte?

Lo que ocurrió ese mediodía tiene mucho que ver con costumbres muy arraigadas. Los comentaristas Laurent Luyat y Matthieu Lartot no pudieron evitar expresar su frustración ante la falta de público. Hasta Guy Forget propuso (medio en serio) no programar partidos importantes entre las 12:00 y las 14:00 horas.
No es solo cuestión de horarios o logística; es también una oportunidad perdida para educar y contagiar pasión por el esfuerzo local. He visto lo mismo incluso en torneos menores donde entreno jóvenes promesas: si no hay ambiente ni reconocimiento inmediato, cuesta mantener la motivación colectiva.
El impacto psicológico: Ganar sin testigos (o casi)
Como preparador físico sé lo fundamental que es sentir el apoyo del entorno en momentos clave. Las gradas vacías impactan más de lo que imaginamos:
- Menor energía para quien compite.
- Sensación de indiferencia, especialmente siendo local.
- Desmotivación futura tanto para deportistas como para nuevos aficionados.
Loïs Boisson demostró una fortaleza mental digna de estudio —algo cada vez más relevante en el alto rendimiento moderno (fuente interesante aquí). Su concentración no se vio alterada por la ausencia de ruido; al contrario, supo transformar esa extraña soledad en determinación pura. Esa resiliencia será uno de los grandes temas formativos para entrenadores y jóvenes jugadores estos próximos años.
Tendencias actuales: El público exige espectáculo… pero ¿lo apoya realmente?
Vivimos tiempos donde el consumo deportivo está cambiando rápidamente:
- Las redes sociales permiten seguir eventos sin moverse del sofá.
- La inmediatez prima sobre la vivencia presencial.
- Hay una sobreoferta deportiva; elegir a qué asistir es cada vez más selectivo.
En otros países he visto movimientos muy potentes para llenar estadios aunque no haya estrellas locales —en Estados Unidos o Australia parece impensable ver un estadio vacío durante un hito nacional. En España avanzamos, pero aún pesa mucho lo tradicional (comida familiar primero…).
Si queremos ver crecer figuras como Boisson o Carlos Alcaraz necesitamos repensar cómo acompañamos sus carreras fuera de la pantalla pequeña. Más allá del resultado está el valor emocional que construye comunidad deportiva fuerte y auténtica.
Lecciones para clubes y organizadores deportivos españoles (y europeos)
¿Qué podemos aprender para aplicar aquí? Te dejo algunas claves prácticas desde mi experiencia personal:
- Flexibilizar horarios según las costumbres locales puede marcar diferencia (por ejemplo, evitar partidos clave en horas punta).
- Actividades paralelas antes/durante los descansos fomentan ambiente familiar e implicación (zonas kids fitness, food trucks saludables).
- Campañas con referentes locales: mostrar historias inspiradoras antes del evento ayuda a generar expectativa real y fidelidad.
- Implicar colegios e instituciones educativas: vivir el deporte desde dentro engancha muchísimo más.
- Premiar la asistencia física: sorteos exclusivos o experiencias únicas para quienes asisten presencialmente son tendencia creciente (ejemplo reciente aquí).
¿Cómo debe evolucionar la cultura deportiva tras Roland-Garros 2025?
La polémica ha servido al menos para poner el foco sobre una realidad incómoda: sin público fiel y constante no hay magia ni legado duradero. Si te apasiona este mundo tanto como a mí sabes bien lo necesario que es visibilizar el esfuerzo diario detrás de cada éxito… aunque sea durante la sobremesa o tras un buen arroz del domingo.
A veces olvidamos que los verdaderos héroes deportivos empiezan siendo invisibles hasta convertirse en leyendas gracias al empuje colectivo —no solo al talento individual. Y eso empieza con gestos sencillos como animar desde la grada… incluso si toca comer un poco más tarde ese día especial.
Preguntas frecuentes sobre público y deporte profesional español y francés
¿Por qué suele haber menos público durante partidos matinales?
Muchos eventos deportivos coinciden con horarios tradicionales de comida o descanso familiar tanto en España como Francia. Esta costumbre cultural afecta directamente la asistencia presencial aunque haya gran interés mediático o histórico.
¿Es importante para un deportista sentir lleno el estadio?
Sí; sentir apoyo directo influye positivamente tanto en la motivación como en el rendimiento psicológico—aunque existen casos ejemplares como Loïs Boisson que logran abstraerse completamente gracias a una mentalidad trabajada desde años atrás.
¿Se toman medidas para evitar gradas vacías?
En torneos internacionales ya se experimenta ajustando horarios clave y creando experiencias interactivas paralelas (shows previos, zonas familiares). En España cada vez se apuesta más por ello especialmente tras experiencias similares vividas recientemente con futbolistas jóvenes y atletas emergentes.