¿Ya viste el MV de “Icarus”? ARTMS lleva el K-pop a otro nivel con una narrativa visual e íntima que reinterpreta el mito clásico como nunca antes.
Renacer desde las cenizas: Así ARTMS revoluciona la narrativa pop
Si alguna vez pensaste que los videoclips ya habían tocado techo en creatividad, es porque aún no has visto “Icarus” de ARTMS. Como fanática y crítica del universo K-pop desde hace años, rara vez me sorprendo… pero lo que hicieron aquí es otra cosa. Imagina: un MV de casi 15 minutos (¡en pleno 2025!), dos versiones radicalmente distintas —una clubera en blanco y negro y otra cinematográfica retrofuturista— y una reinterpretación del mito griego de Ícaro que no va por lo fácil ni por lo obvio.
La apuesta es audaz: en lugar de presentarnos a Ícaro como símbolo clásico del fracaso o la arrogancia, ARTMS nos invita a contemplar la caída y el renacimiento como parte de un ciclo vital. Pero lo verdaderamente rompedor es cómo logran conectar esa historia milenaria con sus propias luchas reales —y con las heridas colectivas del fandom— tras su paso por Loona y la polémica ruptura con Blockberry Creative.
Más allá del mito: cuando el arte pop se vuelve autobiográfico
Lo primero que salta a la vista en “Icarus” es el uso magistral del lenguaje visual para hablar de heridas abiertas y nuevos comienzos. El video club version arranca con Kim Lip encorvada, sus omóplatos simulando alas brotando; luego se funde perfectamente en Choerry gracias a planos fluidos y coreografía sincronizada al milímetro.
La narrativa no es lineal, sino asociativa e intuitiva. Hay planos donde las integrantes caen del cielo como aves heridas; escenas donde Jinsoul sube armada como Juana de Arco mientras bandadas de cuervos sobrevuelan ominosamente; Haseul se enfrenta a su propio reflejo entre ondas eléctricas dentro de un televisor (clara referencia al aislamiento mediático post-Loona).

Y mientras tanto, la letra va mutando desde el individualismo (“once again I’ll fly away”) hasta el apoyo colectivo (“we fly high”), reforzando la idea de sanación comunitaria. Esto no es solo lore para fans hardcore: cualquiera puede conectar emocionalmente con la experiencia universal de perderse para encontrarse.
Club Icarus: espacios seguros para identidades fragmentadas
Uno de los mayores aciertos conceptuales es cómo utilizan lugares físicos —el warehouse vacío o el Club Icarus— como refugios liminales. Aquí convergen quienes han sido expulsados o incomprendidos (“más aves pierden sus hogares en la ciudad”), explorando su identidad sin miedo.
La escena en que Heejin reconoce a una chica caída (guiño directo a “Virtual Angel”) muestra que hay esperanza incluso cuando todo parece perdido. No fue casualidad que sólo al final —casi trece minutos después— las cinco aparezcan juntas bailando bajo una iluminación crepuscular: la unión llega tras haber transitado cada una sus propios duelos.
La producción: innovación pura sin renunciar a lo emotivo
El trabajo conjunto entre Jaden Jeong (dirección creativa) y Digipedi (dirección audiovisual) se nota en cada detalle: desde las referencias cruzadas entre videos anteriores (“Birth”, “Burn”, “Virtual Angel”) hasta los guiños al cyberpunk ochentero mezclados con estética angelical clásica.
El acompañamiento musical tampoco sigue fórmulas fáciles. Piano arpegiado, arreglos orquestales dramáticos, voces etéreas sobre base rítmica minimalista… No hay hooks convencionales, pero sí un mantra (“reborn like a phoenix wing”) que queda resonando mucho después del fade out.

Lo interesante es cómo consiguen evocar sensaciones físicas —esa mezcla de vértigo y alivio al "volar"— gracias a decisiones sonoras poco habituales en hits virales actuales (NME).
Más allá del fandom: ¿qué lecciones deja este hito pop?
A estas alturas queda claro que ARTMS ha logrado algo poco común: articular una narrativa accesible tanto para insiders obsesivos como para espectadores casuales. Se apropian del dolor colectivo para transformarlo en mensaje esperanzador, algo necesario en tiempos hiperconectados pero híperfrágiles.
El uso simbólico del televisor para hablar del cambio constante de forma —"solo son indetectables porque han cambiado"— resuena especialmente entre quienes han sentido perderse dentro del ruido digital. Y esa insistencia en buscar nuevos refugios (Club Icarus) habla directamente a todas las generaciones desencantadas buscando comunidad real.
“Tuvimos un momento donde nuestras alas se rompieron… pero eso también nos permitió encontrar nuevas formas de volar.” –Heejin (Genius)
En definitiva: si buscas una pieza audiovisual distinta, cargada de metáforas universales y detalles autoconscientes dignos de maratón interpretativo… no te pierdas este viaje.
Preguntas frecuentes sobre “Icarus” y ARTMS
¿Por qué eligieron el mito de Ícaro para esta era?
El mito representa tanto la caída como la oportunidad de reinventarse tras el fracaso. Las integrantes conectan ese ciclo mítico con su propia historia personal tras salir de Loona.
¿Cuál es el significado detrás del Club Icarus?
Simboliza espacios seguros donde personas "caídas" pueden explorar quiénes son realmente sin miedo al juicio externo; es una metáfora sobre hallar comunidad tras momentos difíciles.
¿Necesito conocer todos los MVs anteriores para entender “Icarus”?
No necesariamente. Aunque hay guiños sutiles al lore previo (“Birth”, “Virtual Angel”), cualquier espectador puede disfrutarlo por su atmósfera emocional e imágenes poderosas incluso sin contexto anterior.
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