El nuevo How to Train Your Dragon desata debate: ¿puede la inclusión reinventar la saga sin traicionar su esencia? Mi opinión te sorprenderá.
El remake que incendia debates: una mirada personal
Tengo grabada en la memoria mi primera vez viendo Cómo entrenar a tu dragón en un cine de barrio madrileño repleto de familias y adolescentes. La magia de Berk y sus dragones conquistó a toda una generación con su mensaje sobre el poder de ser diferente. Ahora, el anuncio del live-action no solo ha desatado la euforia fan; también ha vuelto a poner bajo los focos uno de los debates más intensos (y agotadores) del cine actual: la representación diversa.
Nico Parker, hija de Thandiwe Newton y Ol Parker, fue elegida como Astrid y rápidamente se vio envuelta en una tormenta mediática por algo tan simple –y tan relevante– como el color de su piel. Las críticas han llegado desde sectores nostálgicos y otros abiertamente reaccionarios. Pero ¿qué nos dice esto sobre nuestra relación con los relatos clásicos?
Inclusión: entre discurso superficial y transformación real
Como crítica cultural he seguido de cerca casos similares en adaptaciones recientes (La Sirenita, Percy Jackson, Branca de Neve…). Suele repetirse un patrón: ruido digital, polarización y luego… los números hablan solos. Muchas veces, tras el estreno, las nuevas generaciones abrazan esas versiones inclusivas mientras que las polémicas se diluyen.
Dean DeBlois, director del remake, defendió la elección de Parker diciendo que "su aspecto alimenta la idea de que viene de otra cultura". Aquí me gustaría detenerme porque esta decisión va más allá del simple ticking box: sirve para expandir el universo narrativo y enriquecer las dinámicas culturales de Berk.

¿Hasta qué punto los cambios étnicos alteran la esencia? Depende de cómo se cuenten las historias. Una adaptación inteligente puede usar estos elementos para profundizar y actualizar temas universales—el anhelo de pertenencia, el conflicto generacional, el choque entre tradición e innovación.
La nostalgia como trinchera: riesgos y oportunidades
Me fascina cómo algunas personas defienden la fidelidad absoluta al original como si fuera un acto revolucionario; otras ven cualquier cambio como una amenaza al “espíritu” que amaban de niñas. Sin embargo, todo remake es ya una relectura: cada nueva versión es hija de su tiempo.
En mi experiencia cubriendo festivales internacionales (recuerdo charlas acaloradas en San Sebastián tras remakes polémicos), lo que realmente resiste el paso del tiempo es la capacidad del arte para dialogar con nuevos públicos sin perder su alma.
Si pensamos en lo mucho que han evolucionado franquicias como Marvel o Star Wars apostando por personajes diversos—pese al ruido inicial—queda claro que las sagas necesitan arriesgarse para seguir vivas.
Nico Parker responde: honestidad frente al odio
Las palabras de Nico Parker me parecen valientes: “Para las personas que simplemente odian inclusión… no me importa”. Su postura refleja algo fundamental en 2025: quienes impulsan el cambio no pueden quedarse esperando aprobación universal. Es interesante ver cómo figuras jóvenes no buscan justificar su presencia sino reivindicarla desde un lugar propio.

He leído críticas argumentando que cambiar la etnia ‘distorsiona’ la obra original; pero muchas veces son pretextos para legitimar discursos racistas encubiertos bajo capas de ‘fidelidad artística’. La autenticidad no está sólo en el físico sino en cómo vibra el personaje dentro del relato.
Artículo relacionado sobre diversidad en Hollywood
El público joven sí conecta (aunque moleste a algunos)
Basta echar un vistazo a comunidades online o TikTok para ver que gran parte del público juvenil celebra estas decisiones. Identificarse con héroes diversos es revolucionario precisamente porque abre ventanas donde antes sólo había espejos idénticos.
Como periodista acostumbrada a navegar debates digitales, veo claro que quienes temen perder ‘su’ infancia olvidan que estas películas ahora pertenecen también a nuevas generaciones sedientas de verse reflejadas desde otros ángulos.
Y algo fundamental: incluir más voces nunca resta profundidad narrativa; todo lo contrario, multiplica puntos de vista y posibles lecturas.
Lee aquí sobre cómo cambia Hollywood con estas apuestas
Más allá del hype: claves para mirar distinto este remake
- Pregunta tus prejuicios: ¿de verdad necesitas ver siempre lo mismo?
- Disfruta redescubriendo historias clásicas desde perspectivas distintas—no sabes qué detalles nuevos pueden emocionarte.
- Apoya creatividades valientes; ninguna película crece huyendo del riesgo.
- Escucha las voces nuevas, tanto delante como detrás de cámaras; suelen traer aire fresco (¡y falta hace!).
- Debate con respeto, recordando que hay espacio suficiente para todas las infancias pasadas… y presentes.
Preguntas frecuentes
¿Por qué eligieron a Nico Parker como Astrid?
La elección busca aportar diversidad cultural al mundo vikingo ficcional e introducir matices nuevos en la trama, según explicó el propio director Dean DeBlois. Además, Parker aporta carisma y fuerza interpretativa demostrados previamente en series como The Last of Us.
¿Cambiarán mucho los personajes respecto a la animación original?
Aunque algunos aspectos visuales o contextuales cambian para enriquecer la narrativa y darle mayor actualidad social, los arcos emocionales principales se respetan y buscan conectar tanto con fans antiguos como con nuevas audiencias.
¿Cómo ha reaccionado el fandom ante estos cambios?
Las redes sociales muestran opiniones divididas: una parte expresa nostalgia e incomodidad ante los cambios estéticos mientras otra abraza la diversidad como necesaria evolución para las sagas populares actuales.
🤖 Artículo generado por nuestra IA — revisado con estilo HYPEYA.