¿Qué hace a The Raid único en Netflix tras 13 años? Analizo su impacto y legado, con detalles y anécdotas frescas que no te puedes perder.
Un asalto que redefinió el género: la llegada de The Raid
Confieso que pocas películas me han dejado sin aliento como lo hizo The Raid (2012) la primera vez que la vi. Y ojo, esto viene de alguien que ha crecido entre ciclos de cine de acción y debates sobre Jackie Chan vs. Bruce Lee en foros interminables. Pero Gareth Evans —un galés afincado en Indonesia— nos regaló algo distinto: una coreografía brutalmente honesta donde cada golpe pesa.
Treinta y cuatro plantas por conquistar. Un solo edificio imposible en el corazón de Yakarta. Y una sucesión de combates tan orgánicos que parece que la cámara sangra junto a los personajes. Esta película no solo marcó un antes y un después en el cine indonesio; también sacudió las reglas del thriller internacional.
El arte del silat: violencia con identidad
Si hay algo que distingue The Raid de otros exponentes del género es su respeto absoluto por las raíces locales. En cada pelea se siente el pulso del silat, arte marcial indonesio poco visto en pantallas occidentales antes de este boom.
Iko Uwais —el protagonista— no es simplemente un actor musculoso lanzando patadas espectaculares: es campeón nacional de silat, y esa autenticidad atraviesa la pantalla. Cada enfrentamiento tiene sentido dentro del espacio, usando muros, puertas e incluso lámparas como armas improvisadas. Como analista cultural, siempre destaco cómo Evans convierte la limitación espacial (el edificio cerrado) en pura virtud narrativa.

Este enfoque influyó incluso en grandes producciones posteriores: desde John Wick hasta episodios recientes de Daredevil, muchos directores reconocen abiertamente el efecto Raid. Si quieres ver ejemplos claros de esta inspiración visual y física, revisa este análisis detallado (en inglés).
Narrativa minimalista pero contundente
Uno podría pensar que tanta acción deja poco espacio para los matices narrativos. Pero aquí radica otro secreto: The Raid sabe exactamente qué contar y cómo hacerlo. La historia es sencilla —un escuadrón policial atrapado en territorio enemigo— pero detrás late una crítica social sobre la corrupción sistémica y el callejón sin salida para los héroes anónimos.
La economía de diálogos se agradece; todo pasa por los cuerpos, las miradas y las decisiones desesperadas. Recuerdo una escena concreta (sin spoilers): cuando uno de los personajes duda entre avanzar o salvar a un compañero caído… ahí se condensa toda la humanidad del filme.
Un hito festivalero con sabor local… ¡y global!
Quizá lo más sorprendente fue ver cómo esta producción indonesa arrasaba en festivales europeos como Sitges o Toronto. Yo misma asistí a una proyección especial en Madrid donde el público ovacionó durante minutos tras los créditos; no es común para una cinta tan "de nicho".
No podemos obviar tampoco su legado comercial: The Raid 2 apostó por expandir universo y espectacularidad visual, demostrando que hay vida más allá del formato "edificio cerrado". Sin embargo, muchos fans seguimos prefiriendo ese minimalismo feroz del original.
Y si hablamos de impacto generacional… basta ver cómo TikTok revive clips icónicos bajo hashtags como #ActionMasterpiece o #SilatStyle, acercando nuevos públicos adolescentes a joyas asiáticas clásicas que hace unos años eran underground fuera del circuito cinéfilo.
Claves para disfrutar (o redescubrir) The Raid hoy en Netflix
¿Nunca viste The Raid? ¿O piensas revisitarla ahora con ojos diferentes? Aquí mis recomendaciones personales:
- Vela acompañado: su ritmo vertiginoso genera conversaciones inmediatas; ideal para comentar cada giro o coreografía.
- Presta atención al sonido: cada impacto sonoro está milimetrado para potenciar la tensión (¡banda sonora cortesía de Mike Shinoda!).
- Busca paralelismos culturales: compara su estructura tipo videojuego con títulos como Dredd o clásicos como Die Hard, pero aprecia sus matices propios.
- Lee críticas locales: algunas joyas aparecen solo en medios indonesios o foros especializados (aquí una recopilación interesante).
- Hazle hueco al segundo visionado: muchas secuencias esconden trucos técnicos —plano secuencia o uso creativo del espacio— que solo se aprecian con calma.
Lo que otros olvidan mencionar…
En muchos rankings online encontrarás elogios fáciles (“acción ininterrumpida”, “adrenalina pura”), pero rara vez se profundiza en cómo The Raid dignifica al cine periférico dándole visibilidad global. Para mí —y para buena parte de mi generación cinéfila— representó esa chispa inesperada capaz de romper fronteras sin perder autenticidad local.
Por cierto, si eres amante del teatro físico contemporáneo, te recomiendo observar cómo Evans dirige actores casi como coreógrafo experimental; cada combate es un diálogo corporal digno del mejor festival escénico.
Para quienes buscan algo más allá del blockbuster predecible… The Raid sigue siendo imprescindible en 2024 y más allá.
Preguntas frecuentes sobre The Raid (Netflix)
¿Por qué The Raid es considerada tan revolucionaria?
The Raid renovó el cine de acción mundial mostrando artes marciales indonesias reales (silat) y apostando por una narrativa intensa pero minimalista, donde cada combate tiene peso dramático genuino.
¿Es adecuada para todos los públicos?
No. Por su extrema violencia gráfica fue clasificada +16 años. Recomiendo verla solo si disfrutas películas intensas y realistas, alejadas del tono ligero hollywoodense clásico.
¿Qué relación tiene The Raid con videojuegos?
Su estructura recuerda mucho a títulos arcade tipo beat’em up (subir niveles enfrentando enemigos), lo cual aporta dinamismo único dentro del género cinematográfico actual.