¿Sabías que 'Ici tout commence' explora el bienestar más allá de la cocina? Descubre aquí cómo aborda prejuicios, deseo y autocuidado con autenticidad.
Más allá de la ficción: Lecciones vitales de ‘Ici tout commence’
Cuando pienso en cómo una serie puede influir en nuestro bienestar cotidiano, pocas me sorprenden tanto como Ici tout commence. A simple vista, parece un drama juvenil enfocado en la alta cocina francesa. Sin embargo, el episodio 1191 (emitido el 5 de junio de 2025) nos invita a explorar mucho más: los prejuicios arraigados, la vulnerabilidad en pareja y el valor de hablar honestamente sobre nuestras emociones. Desde mi experiencia acompañando personas en procesos de autoconocimiento realista y sostenible, te aseguro que este capítulo tiene más enseñanzas prácticas para nuestra vida diaria de las que podrías imaginar.
Prejuicios y segundas oportunidades: Un espejo para todos
Me impactó cómo Anaïs reconoce su error al prejuzgar a Sam y se atreve a pedir disculpas a Milan. Esta escena refleja algo muy humano: cuántas veces juzgamos por miedo o presión social antes de tener toda la información. Como psicóloga y coach de hábitos saludables, veo frecuentemente lo destructivos que pueden ser los juicios apresurados —no solo hacia otros sino también hacia nosotros mismos—. ¿Te ha pasado desconfiar sin pruebas sólidas? La ciencia nos dice que nuestros cerebros tienden a simplificar para protegernos del peligro (fuente: Harvard Gazette), pero también podemos entrenar nuestra mente para cuestionar esas primeras impresiones.
Mi sugerencia práctica: cuando notes que estás juzgando rápido (ya sea a una persona o situación), haz una pausa consciente. Pregúntate: "¿Tengo evidencia real o estoy completando huecos con mis propios miedos o experiencias pasadas?" Este pequeño hábito puede transformar tus relaciones y tu propio bienestar emocional.
La importancia del autocuidado tras una crisis
El cierre del Instituto sacude no solo la rutina sino la estabilidad emocional de todos. Aquí es donde Constance aconseja a Bérénice abrirse con Carla sobre sus temblores residuales tras una crisis. Me resultó conmovedor porque muestra algo vital pero poco hablado: el peso invisible que cargan quienes atraviesan procesos de recuperación física o mental.

En mi consulta he visto cómo muchas personas minimizan sus síntomas por miedo a preocupar a quienes aman o a perder autonomía. Pero compartir nuestras vulnerabilidades fortalece los vínculos y alivia cargas ocultas. Si estás atravesando un proceso similar —físico o emocional— te invito a practicar esta apertura desde el respeto mutuo. Hablar desde el "yo siento" ayuda a evitar culpas innecesarias y fomenta la empatía real.
Para profundizar sobre cómo comunicar emociones difíciles sin dañar la relación, te recomiendo leer este artículo práctico sobre comunicación asertiva (Psicología y Mente).
Deseo y rutina: El arte consciente de pimentar la relación
La historia entre Maya y Malik me arrancó una sonrisa cómplice. ¡Qué frecuente es eso de pensar que "pimentar" significa grandes gestos! Pero aquí lo valioso fue lo cotidiano: un juego erótico compartido que rompe la monotonía pero desde el consentimiento y el humor.
Muchas parejas temen hablar abiertamente sobre su deseo por miedo al rechazo o al ridículo; sin embargo, normalizar estas charlas puede ser profundamente liberador (y divertido). Te propongo tres recursos basados en evidencia para salir del piloto automático sexual:
- Mindfulness sexual: Practica estar presente durante los encuentros íntimos; enfoca tu atención en las sensaciones físicas más allá del resultado final.
- Juegos de cartas eróticos: No tienen por qué ser sofisticados; lo importante es crear un espacio lúdico seguro para explorar fantasías o nuevas propuestas.
- Revisar mitos sexuales: Muchas creencias sobre lo "correcto" limitan nuestro disfrute genuino. Cuestiona todo aquello que no resuena con tu experiencia actual.
Recuerda siempre validar tus propias necesidades antes de actuar solo para agradar al otro; ese es el verdadero acto de amor propio dentro del vínculo.
Amistad auténtica: Apoyarnos cuando todo tambalea
No puedo dejar pasar lo relevante que fue ver a Coline y Billie visitando a Bérénice apenas se enteran del cierre del Instituto. En tiempos inciertos —se trate del trabajo, estudios o salud— rodearnos de comunidad es uno de los mayores factores protectores frente al estrés crónico (estudios recientes en la Universidad Complutense lo confirman).
Te animo a preguntarte hoy mismo: ¿cuándo fue la última vez que buscaste apoyo genuino sin sentirte débil por ello? Y si tienes energía extra… ofrece tú también ese abrazo (literal o simbólico) tan necesario para alguien cercano.
Reflexión final: La vida cotidiana como escenario de crecimiento personal
Me fascina cómo Ici tout commence utiliza tramas aparentemente simples para invitarnos a preguntas complejas sobre identidad, cuidado propio y relaciones sanas. Quizá no tengamos todos un Instituto culinario francés donde entrenar habilidades gourmet, pero sí tenemos cada día pequeñas escenas donde elegir menos juicio, más empatía… y algo más de picante cuando hace falta.
La próxima vez que veas una serie —o atravieses tu propio episodio intenso— pregúntate qué aprendizaje puedes llevarte fuera de pantalla. Porque como digo siempre en mi blog: el bienestar real empieza por mirar distinto lo cotidiano.
Preguntas frecuentes
¿Por qué son importantes las conversaciones abiertas sobre deseo en pareja?
Hablar sinceramente evita malentendidos y permite construir intimidad real. Abordar temas como rutinas sexuales desde la confianza promueve relaciones más saludables y satisfactorias.
¿Cómo puedo dejar atrás los prejuicios rápidos?
Reconociendo primero cuándo surgen esos pensamientos automáticos; luego cuestionándolos con curiosidad en lugar de culpa. Practicar pausas conscientes ayuda muchísimo.
¿Qué papel juega el autocuidado después de una crisis personal?
Es esencial compartir nuestras emociones o secuelas con personas cercanas para recibir apoyo efectivo. El autocuidado también implica aceptar ayuda cuando es necesario sin sentir vergüenza.